¡Cuidado! nuestra casa no es tan segura como parece.

EL SUELO DE LA HABITACIÓN

El suelo deberá ser “a prueba de niños”. Si el suelo es de madera, óptimo para el aislamiento térmico, es importante que no sea de madera ordinaria, que puede astillarse fácilmente o levantarse en algún punto; hay que recordar que hay tratamientos químicos de la madera que están hechos con materiales peligrosos, que continúan emanando vapores tóxicos incluso después de su elaboración. Es indispensable efectuar estos trabajos mucho antes de la llegada del niño. Mejor aún sería usar barnices y productos vegetales.
Los suelos de baldosa son fáciles de limpiar y –si están bien puestos- no tienen otro problema que el de ser fríos y desagradables para un niño que se sentará en él muchas horas. El problema se resuelve con alfombras o esteras amplias.


PAREDES CON ZÓCALOS, OBJETOS BARNIZADOS

Los niños utilizarán las paredes para muchas cosas; deben poder limpiarse fácilmente. Lo ideal es precisamente la famosa mano de blanco o de pintura al temple, barata y fácil de renovar. Los papales pintados lujosos tienen un único peligro para el niño; que los padres se enfaden si los estropean. Lo mejor sería que las paredes de su habitación fuesen un espacio dedicado precisamente a él y sus juegos.

MOBILIARIO

El dormitorio del niño debe amueblarse con los criterios básicos de seguridad y funcionalidad. Quizá sea útil recordar, mientras se la arregla, que está destinada a una persona con ciertas necesidades materiales, pero que poco a poco deberá poder usarla según se deseo y exigencias individuales. Estas dos razones deberían disuadir a los padres de colocar objetos y muebles que les gusten a ellos, peor que pueden ser inútiles o, pero aún, peligrosos para la salud física y psicológica del niño.

CUARTO DE BAÑO

Deberán desaparecer de la vista todos los medicamentos y productos de higiene y belleza que puedan constituir un peligro potencial para el niño. En este caso incluso conviene estudiar una solución con armarios colocados a buena altura, dotados de llaves o cerraduras de seguridad.

COCINA

Conviene tener en cuenta desde el principio que habrá que colocar en lugares cerrados la mayoría de los objetos y materiales presentes en la cocina en cuanto el niño pueda mantenerse de pie (o gatear). De hecho, no habrá que dejar detergentes y sustancias químicas de cualquier tipo en sitios accesibles para el niño.